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Cómo mantener la concentración en los exámenes

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Los nervios durante un examen están a flor de piel. Ese horror al vacío hace que, a veces, todo el esfuerzo empleado en estudiar quede minimizado. Sin embargo, es justo en ese momento donde lo has de dar todo. De ahí, que mantener la concentración en los exámenes sea un reto tan importante como la fase de estudio y preparación de la prueba. Es obvio que no es una tarea sencilla, pero algunos consejos te pueden ayudar a lograr esa concentración que te permita demostrar todo lo que has aprendido.

Todo sobre la concentración en los exámenes

El momento de la verdad ha llegado. Ahora tienes que ser capaz de volcar todo tu conocimiento y demostrar todo lo que has estudiado.  Y empezamos por este aspecto. Lo que más tranquilidad y seguridad te dará es haber preparado la prueba a conciencia. Es obvio; sin embargo, lo remarcamos porque generalmente es lo que suele fallar. En esta línea, es relevante hacer ensayos del examen. Lo puedes hacer solo o pedirle a alguien que te ayude haciéndote las preguntas.

Otro aspecto determinante en este contexto es hacer frente a las emociones. De igual forma que haces con los contenidos, te has de enfrentar al estado de ánimo que, previsiblemente, vas a experimentar durante el examen. La preparación emocional es vital para poder tener una respuesta positiva cuando surja ese mal momento en el contexto de una prueba académica.

Asertividad y relajación

La concentración en los exámenes también te exige tener una actitud y un pensamiento positivo. Los nervios generalmente se focalizan porque necesitas sacar una nota determinada, o aprobar desesperadamente ese examen. Sin embargo, siempre olvidas los aspectos positivos y eres incapaz de visualizar un escenario favorable. Este ejercicio de asertividad te mantendrá tranquilo, confiado y seguro en el desarrollo del examen. Para conseguirlo, inhala y exhala lentamente. Imagínate haciendo el examen relajado y tranquilo. Visualiza tu imagen acabando la prueba muy relajado porque te ha salido bien. Disfruta de esos momentos de relax. Esa paz interior te ayudará a triunfar cuando llegue el momento del examen.

Sin nervios para tener concentración en los exámenes

Si ha llegado el momento del examen y sientes ansiedad, tendrás que reaccionar para que los nervios desaparezcan. Por ello, tienes que tener herramientas y recursos que puedas emplear en caso de emergencia. Si te ocurre esto, tendrás que concentrarte en tus nervios y en la sensación de ansiedad que experimentas. Después, tienes que actuar. Respira todo lo lento que puedas aumentando el tiempo de exhalación. Durante la respiración imagina que tus nervios están concentrados en un termómetro y visualiza cómo va descendiendo la medición.  En ese momento, estás relajado. Aprovecha y empieza a hacer el examen.

Por otra parte, la organización es clave en este contexto. Esto lo has de hacer antes de empezar el examen. Haz tus ejercicios de respiración. No pierdas la oportunidad para pensar en positivo y, cuando entres a la sala donde se realizará el examen, lee todas las instrucciones pausadamente. Distribuye el tiempo para cada respuesta. Si, al leer una pregunta te parece demasiado difícil, no te agobies. Piensa que, al final de la prueba, podrás repasar y matizar todos aquellos aspectos más complejos.

Para poder mantener el control durante el examen, te ayudará empezar por lo más fácil. Este truco te permitirá ganar tiempo y reducir la ansiedad. También puedes optar por empezar por aquello que más sepas. Igualmente, tendrás sensación de control y de seguridad. Mantener la concentración en los exámenes usando esta técnica es mucho más sencillo. El siguiente paso será reservar para el final todo lo que te resulte más difícil o más complicado. De esta formar podrás ir completando las tareas. A medida que observes que vas avanzando en la prueba, tendrás menos estrés. 

Focaliza tus energías en el conocimiento

Finalmente, recuerda que tú eres lo más importante en el desarrollo del examen y tienes capacidad de control. Por tanto, tienes que aprender a dejar de preocuparte por aquello que no está en tu mano, y focalizar todas tus energías al estudio y a tener capacidad de respuesta frente a una situación de estrés o de nervios. El éxito te espera. Estudia y triunfarás.

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